O a su hermana americana, Sarah Palin, porque si Esperanza Aguirre se hizo famosa como Ministra de Cultura con aquel no se quien es Santiago Segura, Sarah Palin empieza su corta travesía como vicepresidenta con una entrevista hace dos semanas cuando era una de las candidatas preguntando al entrevistador si le podía explicar que era exactamente lo que hacía un vicepresidente:
No es lo único que tiene en común con Esperanza Aguirre, también es una activa militante antiabortista que aboga por la enseñanza del creacionismo en las escuelas, pertenece a la Asociación del Rifle Americana y que está a favor de extender la extracción de petróleo en Alaska.
Su elección se debe a que pretende capturar los votos de partidarios de Hillary Clinton, de hecho, John McCain ni siquiera la conocía antes de elegirla como vicepresidenta:
Cuando lo hablaba con mi jefa, partidaria de Hillary Clinton, me decía que la elección le parecía un insulto a la inteligencia de las mujeres ya que parecía que los republicanos creían que las mujeres votarían a una mujer aunque defendiese valores diametralmente opuestos a los de Hillary Clinton. Y es que ambas candidatas no solo difieren en cuestiones políticas sino en toda su vida. Mientras que Hillary Clinton llegó a Yale y en cada uno de los centros que atravesó consiguió premios académicos, Sarah Palin entró en la University of Idaho, una universidad de segundo nivel, con una beca por ganar un concurso de belleza, consiguió un Bachelor en comunicación que jamás llegó a utilizar ya que pasó directamente a ser alcaldesa de un pequeño pueblo de 6000 personas.
Hace poco, muchos republicanos pedían a Mitt Rommey como candidato para que hubiera alguien en la candidatura que entendiera las nociones más básicas de economía en una era de crisis. No será así, la nueva candidata, a la que espero que en estos momentos le estén explicando cual es el papel del vicepresidente, no cuenta con ningún tipo de acreditación o experiencia.
Ya solo queda ver como a McCain le explota en la cara un movimiento que solo pretendía atraer a un sector de la los votantes demócratas sin mayor visión de futuro, y que como estos reaccionen todos como mi jefa no hará más que traerle problemas.
Por cierto, hace una semana predije que habría un salto de 9 puntos en las encuestas. Han sido 8 puntos. Para que luego me digan que yo no entiendo cómo funciona el votante americano. El discurso de Obama fue sencillamente el mejor discurso político que jamás he escuchado. No soy el único que lo piensa así, el conservador Pat Buchanan, consejero de Richard Nixon, Gerald Ford o Ronald Reagan, puso el discurso a la altura de los de Kennedy o Martin Luther King:
El discurso completo de Obama está aquí:
Alguna vez creísteis que veríais a un presidente americano decir esto en público en el discurso más visto de la historia:
Now, I don't believe that Senator McCain doesn't care what's going on in the lives of Americans. I just think he doesn't know. Why else would he define middle-class as someone making under five million dollars a year? How else could he propose hundreds of billions in tax breaks for big corporations and oil companies but not one penny of tax relief to more than one hundred million Americans? How else could he offer a health care plan that would actually tax people's benefits, or an education plan that would do nothing to help families pay for college, or a plan that would privatize Social Security and gamble your retirement?
It's not because John McCain doesn't care. It's because John McCain doesn't get it.
For over two decades, he's subscribed to that old, discredited Republican philosophy - give more and more to those with the most and hope that prosperity trickles down to everyone else. In Washington, they call this the Ownership Society, but what it really means is - you're on your own. Out of work? Tough luck. No health care? The market will fix it. Born into poverty? Pull yourself up by your own bootstraps - even if you don't have boots. You're on your own.
Well it's time for them to own their failure. It's time for us to change America.
You see, we Democrats have a very different measure of what constitutes progress in this country.
We measure progress by how many people can find a job that pays the mortgage; whether you can put a little extra money away at the end of each month so you can someday watch your child receive her college diploma. We measure progress in the 23 million new jobs that were created when Bill Clinton was President - when the average American family saw its income go up $7,500 instead of down $2,000 like it has under George Bush.